Reflexiones sobre la 8ª generación de consolas


Hace un par de años escribí un artículo de opinión económica sobre las consolas de 7ª generación. Era un
post escrito a posteriori, en el que expuse algunas tesis sobre el futuro en el mercado pero ya tenía datos. 
Hoy me apetece algo distinto, una entrada sobre consolas que ni siquiera existen. Es bastante arriesgado por mi parte decir cualquier cosa, positiva o no sobre unas consolas que, con suerte, se presentarán en el próximo E3 pero creo que la evolución de la 7ª generación y los datos históricos nos aportan la información necesaria para inferir un posible (aunque falaz) futuro.

Este tampoco va a ser un post sobre rumorología de hardware, si queréis leer sobre este tema, os recomiendo mi anterior post sobre la GPU que debería llevar la PS4 (no tiene ningún argumento pero es divertido). Quería ir más allá del hardware. Quería plantearme qué consola comprar sin tener en cuenta las posibles variaciones de potencia debidas al hardware y la verdad es que vi un futuro muy negro.

Para que PS4 fuera una gran consola tendría que suceder algo que no va a ocurrir: que Sony tuviera el suficiente dinero para dedicar a I+D y desde luego no lo tiene. Sony atraviesa la mayor crisis de su historia después de Fukushima y muchas decisiones tomadas a la ligera por su CEO. PS4 va a ser una castaña. Nada de superprocesadores impensables para su época como el Cell ni nuevos formatos ni revoluciones técnicas. Sony no se lo puede permitir al igual que no puede permitirese estar más de dos años vendiendo sus consolas con dumping (a un precio inferior a su coste de fabricación) para ser competitivos en precios hasta lograr alcanzar economías de escala. Una consola cara y mala parece ser lo que Sony nos va a ofrecer para la 8ª y quién sabe si última generación de consolas tal como las conocemos.

El caso de Microsoft va a ser bien distinto. La Xbox 720 será con gran probabilidad mejor consola que la PS4 en apartados técnicos. El problema es el software. Windows 8 es una basura. Al menos lo es en su versión para PC, de hecho es incluso peor que Vista. La gente va a odiarlo y ahora el mercado está más diversificado después de atravesar un odioso monopolio windowsero. Si a la gente no le gusta Windows 8 no lo va a comprar y Microsoft va a perder gran parte de su ya menguada cuota de mercado. Pero esto qué tiene que ver con las consolas? que Microsoft va a actuar con desesperación y de forma chapucera. Intentará introducir Metro en la Xbox 720 para que la gente se vaya familiarizando con su fea interfaz y para dar apariencia de ecosistema entre todos los productos de Microsoft. Esto va a ser la perdición de los de Redmond. A esto hay que sumarle que se inventarán algún sistema para prohibir los juegos de segunda mano, un nuevo sistema antipiratería, DLCs y demás que harán que tengamos que pagar hasta por respirar en los juegos. Todo esto también hay que aplicarlo a PS4. Las restricciones a la libertad que incorporará PS4 serán las mismas que Xbox. 

No me quiero volver un Richard Stallman, loco por las libertades pero es que vamos a notar como nos han recortado privilegios y derechos que teníamos en la anterior generación sin darnos nada a cambio.
Después de este análisis bastante pesimista solo nos queda preguntarnos qué hacer. Mi consejo es quedarse con la consola de 7ª generación. Su gran calidad y la cantidad enorme de juegos que existen van a facilitarnos estar durante unos cuantos años sin tocar la 8ª generación. Pero qué pasa con los juegos nuevos que ya no van a salir para la generación obsoleta (por temas comerciales más que técnicos)? 

...Nunca pensé que diría esto pero la mejor opción va a ser Steam. Qué futuro más triste nos espera! Nunca he pensado que los ordenadores sean buenos centros de juego. Son herramientas de trabajo.
En términos absolutos son mejores que las consolas pero si atendemos al ratio potencia-rendimiento o precio-potencia o incluso al tiempo de obsolescencia, las consolas superan con creces a cualquier ordenador y va a seguir siendo así pero hay más variables que aparecen en la ecuación. La privación de libertades de la que hablaba anteriormente y esa sensación de que Sony y Microsoft se están riendo de nosotros a la cara mientras jugamos... Nos están trolleando, ofreciendo peores servicios y productos a precios más altos... Y encima habrá que rezar para que Sony no haga una consola tan mala que termine de arruinarse a mediados de la generación y nos quedemos con un ladrillo negro sin soporte ni continuación. Casi lo mejor que podría ocurrir es que en un delirio de grandeza, Samsung compre la marca playstation y desarrollen ellos mismos la consola o se hagan cargo de ella en lo que se refiere a estrategia comercial, de distribución, marketing, exclusivas y demás aspectos que la directiva de Sony no parece que vaya a saber resolver.

Nunca pensé que llegaría a escribir un post defendiendo el uso del ordenador como consola y haciendo apología de Steam pero los tiempos han cambiado mucho desde que probé por primera vez Steam (me pareció horrible). Sus buenas decisiones de marketing han propiciado superofertas de juegos, impensables en el resto de plataformas y la gran velocidad de la banda ancha le ha quitado la pesadez que suponía estar continuamente descargando paquetes. Por suerte o por desgracia, Steam es una gran plataforma que puede ser el único futuro deseable para los videojuegos en la próxima generación. Y estará disponible en Linux.