Milagros informáticos


  1. La Ley de Moore
    La Ley de Moore es sin lugar a duda el mayor milagro de la historia de la informática. Es una ley o mejor dicho, una hipótesis que Gordon Moore enunció en 1965 y cuyo cumplimiento puede constatarse hasta hoy.
    La Ley de Moore afirma que aproximadamente cada 18-24 meses se duplica el número de transistores en un circuito integrado. Esto implica que la potencia se duplica o que el coste de producción baja a la mitad. Esta Ley es la causante de que la industria del silicio sea una de las más ricas e importantes de la sociedad postindustrial. Aunque muchos ingenieros y físicos han predicho sucesivos fines para la Ley de Moore, nunca han llegado y su cumplimiento está asegurado hasta 2017 según las predicciones de Intel.
    Para que todo el mundo comprenda lo que supone la Ley de Moore, en 1978 un vuelo entre Nueva York y París costaba 900$ y tardaba 7 horas. Si se hubieran aplicado los mismos principios de la Ley de Moore, hoy, ese vuelo costaría 1¢ y tardaría menos de 1 segundo en completarse.

  2. La resurreción de Apple

    Después de que la junta general de Apple hubiera defenestrado a Steve Jobs y de unos años de fracaso tras fracaso, fruto de una incompetente dirección de John Sculley que se debía pensar que Apple era una frutería, Steve Jobs regresó a Apple para salvar a la empresa de la bancarrota en 1997.
    Algunas de las primeras medidas fueron firmar un acuerdo de colaboración con Microsoft, por el cual esta empresa invertiría dinero en Apple a cambio del suministro de Microsoft Office como software de ofimática y de IE como navegador de internet para los Macintosh. Además, Steve eliminó productos malísimos que estaban desarrollando en Apple para centrarse en otros mucho más prometedores como el iMac; creó nuevas formas de entender la relación entre el ocio y la informática con la invención del iPod e ideó un nuevo sistema de relación con los clientes en las Apple Retail Stores. A pesar de las críticas y las dificultades, Apple es la empresa más valiosa del mundo y Steve Jobs fue elegido CEO del año 2009 por la revista Harvard Business Review por incrementar en 150 000 millones el valor bursátil de Apple en los últimos 12 años.
    Todavía hoy se aprecia el legado de Steve Jobs en la forma de trabajar y de entender el diseño en todos los productos de Apple y de todas las empresas de informática que los copian en mayor o menor medida.

  3. Windows

    Quizás el elemento más desconcertante de esta lista sea Windows. Los milagros que hay a su alrededor son casi infinitos. Cómo es posible que un sistema operativo de tan deficiente calidad se haya convertido en el más usado a nivel mundial? Cómo consiguieron no quebrar después del fiasco de Windows Vista? Cómo se puede hacer un sistema operativo para servidores partiendo de un paradigma de diseño monousuario y monotaréa? Cómo es posible que alguien pague más de 1000€ por una licencia de Windows Server si se cuelga cada 20 días de media? Cómo se atreven siquiera a pensar que Metro es una buena interfaz para un ordenador de sobremesa? Por qué no despiden a Steve Ballmer de una vez...?
    Podría llenar páginas de preguntas tan paradójicas e incomprensibles como estas y seguro que algunos tienen respuestas más o menos convincentes pero el caso es que Windows sigue y seguirá siendo el sistema operativo estándar de forma milagrosa.

  4. El Boom de las punto-com

    Quería dedicar este último apartado a tratar un tema que si bien no fue milagroso, la gente así lo pensó y pasó lo que tenía que pasar... En los últimos años del siglo XX se vió que cualquier empresa de tecnología sufría un aumento de su valor en Bolsa expectacular. Se crearon miles de nuevas empresas que querían aprovechar esta circunstancia del mercado para enriquecerse y si bien ya hemos visto que la Ley de Moore es maravillosa, no podía sustentar la sobrevaloración  de estas empresas que acabaron por quebrar cuando la burbuja de las punto-com estalló.
    El problema de estas empresas es que eran muy populares y aunque nadie sabía muy bien cómo iban a rentabilizar esa popularidad, todo el mundo creía que su crecimiento sería ilimitado pero al final la gente se dió cuenta de que en el corto y medio plazo, sus inversiones no se recuperaban y la desconfianza llevó a la depreciación masiva o quiebra de las punto-com.

    Y es que los milagros solo están en nuestra mente. Cuando nos damos cuenta de que no existen, todo se desmorona a nuestro alrededor.