Divagando sobre Raspberry Pi B+ y 2.0


Hace un mes que leí un post del blog oficial de Raspberry Pi en el que anunciaban que ya habían superado los tres millones de unidades vendidas. Fue en ese momento en el que me di cuenta de que el pequeño ordenador inglés llevaba ya dos años entre nosotros.
Haciendo honor a la Ley de Moore, empecé a pensar en los nuevos componentes que debería llevar la versión 2.0 del Pi. Nunca publiqué mis reflexiones porque no tenía ningún sentido... hasta ahora. La Raspberry Pi Foundation ha lanzado una versión ligeramente mejorada del hardware, que no llega a la categoría de un nuevo modelo, pero tiene ciertos cambios que había pensado. ahora sí voy a enumerar las mejoras que se me ocurrieron para compararlas con las efectuadas en la versión B+ y en una posible futura versión 2.0 que ya se está demorando más de lo que nos gustaría.
En primer lugar, no es una lista con el hardware que me gustaría que llevara el Pi, sino una propuesta realista y coherente con sus principios. La versión B+ no ha cambiado el procesador ni la RAM pero sí ha ampliado los GPIOs, algo que todos los desarrolladores de dispositivos pedían.
La forma en la que ha eliminado la salida RCA ha sido brillante. Nunca se me habría ocurrido una solución así. Han incorporado una salida de video analógico al puerto mini jack (TRRS). Este es el cambio más sorprendente que he encontrado en la B+. La reorientación de los puertos que imaginaba era dejar todas las salidas a un lado del PCB como en cualquier placa base aunque el tamaño del RP hace que esto sea casi imposible. Sin embargo, han conseguido organizarlas bastante bien. 
La microSD era el cambio más evidente. Es ridículo que todo el mundo esté usando microSDs con adaptadores para SD. Además el tamaño de la MicroSD es más acorde con la filosofía de miniaturización y simplicidad de Raspberry. 
Dos puertos USB nunca fueron suficientes y es un motivo generalizado de quejas. Incluso para acceder desde SSH, me parecen pocos puertos. Mucha gente estará pensando en USB 3 pero yo lo descarto. No me parece adecuado para el perfil y los usos que se le van a dar al Raspberry.
Por último, también pensé en que deberían añadirle un chip de redes inalámbricas. Muchos fabricantes están haciendo chips Wi-Fi+Bluetooth muy pequeños y no demasiado caros para dispositivos portátiles. El Pi debería tener uno para conseguir esa autonomía extra que buscan los amantes de la robótica. También facilitaría el desarrollo de routers inalámbricos e incluso simplificaría el mantenimiento en los colegios que tengan grandes cantidades de Raspberrys en su aulas de informática.
No todas mis ideas se han hecho realidad pero también es cierto que no ha sido una verdadera actualización sino más bien un remozado como el que sufrió con la ampliación de RAM a 512MB. De todas formas, esta versión B+ me gusta mucho y le recomiendo a todos los que no se atrevieron con la original, que prueben la nueva.