Aunque Google Drive está ganando terreno, Microsoft Office sigue dominando el mundo del software ofimático. Unos compañeros y yo nos pusimos a comentar este tipo de herramientas y les resultó curioso que yo trabajase con programas que nada tienen que ver con los convencionales, a los que ellos estaban acostumbrados, así que voy a profundizar en el asunto y presentar mis alternativas, que utilizo a diario y que tan buenos resultados me traen, por si alguien quiere copiar mi estilo.

La clave de todo mi workflow en ofimática es Pandoc. Este conversor me permite trabajar directamente en markdown mientras me da la posibilidad de obtener la salida en el tipo de formato que más me convenga. Anteriormente utilizaba \LaTeX pero es un lenguaje muy primitivo y bastante tedioso. La posibilidad de saltarme la elaboración de textos en LaTeX con Pandoc es sencillísimo y se obtienen los mismos resultados, ya que el markdown que procesa puede contener metadatos, tablas de contenidos, ecuaciones, bibliografía y todo lo que podríamos echar de menos en LaTeX. 

Si el texto que estoy escribiendo es largo y puedo fragmentarlo para trabajar más cómodamente o para reutilizar esos fragmentos en trabajos posteriores como el apartado de los metadatos, lo que hago antes de compilarlo con Pandoc es refundir las partes con cat. El resultado de todo este proceso es un pdf indistinguible de cualquier otro compilado directamente con LaTeX.

Aunque hay varios programas de hojas de cálculo para terminal, no se trata de utilizar aplicaciones TUI indiscrimidamente y sin motivo. En el caso de este tipo de programas, me parece más razonable usar una aplicación gráfica. En mi caso, prescindo de LibreOffice Calc para decantarme por Gnumeric, más ligero y escrito en C y C++, es la alternativa preferida por el LHC del CERN y el Fermilab. En el fondo, apenas utilizo las hojas de cálculo. Solo me sirven para tabular datos, verificar que todo esté correcto y hacer pequeños cálculos de comprobación como sumatorios y recuentos. Alguna vez he hecho gráficas preliminares como simples bocetos para ver la forma que toman los datos. Gnumeric me devuelve los datos en formato CSV para continuar su análisis en otras herramientas específicas como R o NumPy.

Las presentaciones siempre me han parecido ridículas pero cuando hay que hacerlas, PowerPoint es la peor herramienta del mercado. La creación de cualquier diapositiva, por sencilla que parezca, se convierte en una auténtica tortura debido a la abundante cantidad de posibilidades que ofrece. Un exceso que termina siendo contraproducente. La alternativa a este despropósito vuelve a ser Pandoc y es la razón por la que empecé a utilizarlo. 

Una vez hice una presentación en Beamer, una clase de LaTeX para crear presentaciones y acabé traumatizado, aunque el resultado era impecable. Una vez más, Pandoc me permite escribir o reutilizar mi markdown para obtener un pdf compilado a través de Beamer.

Pandoc se ha convertido en herramienta fundamental e indispensable en mi workflow. Un programa que sigue la filosofía Unix en múltiples aspectos ya que permite usar el texto plano, pipear otros programas y lo que es más importante aunque menos conocido, uno de los lemas de Unix es crear programas que creen programas. LaTeX es un lenguaje estresante pero pandoc ofrece una interfaz amigable para enfrentarse a él y obtener toda su potencia. Los resultados son insuperables, inmediatos y totalmente libres de frustración para poder despreocuparnos de la forma y concentrarnos en el contenido, lo único importante.