La Norma ISO 216 en el Siglo XXI


A4

Con este título pretendidamente anti-SEO quiero introducir un tema al que llevo dando vueltas un tiempo y sólo interesaría a las mentes más perturbadas y picajosas. La norma ISO 216 define el formato estándar del tamaño del papel, siguiendo una tradición que se remonta hasta 1786. En mi afán excesiva e innecesariamente racionalista me he planteado la manera de mejorar los parámetros que indica la norma para adaptarlos a un época en la que se ha relegado el papel a una posición marginal y el principal consumo de documentos es a través de archivos digitales en PDF.

La ISO 216 establece un papel primitivo (A0) con una superficie de un metro cuadrado y una relación de aspecto de √2:1 que es la única que permite una característica fundamental para el proceso reprográfico, los subsiguientes pliegos tienen la mitad de superficie pero conservan este mismo ratio. Doblando por la mitad un A0 obtenemos dos A1, que a su vez dan lugar a cuatro A2 y así, sucesivamente. Este bucle genera unas medidas de 297x210mm para el más habitual de los pliegos, el A4. La eficiencia de esta propiedad minimiza los desperdicios de papel en su producción y posterior procesamiento.

Sin embargo nada de esto interesa en la producción de PDFs, cuyos requerimientos deberían estar basados en la disposición y propiedades de las pantallas en las que van a mostrarse. Personalmente creo que los ratios más adecuados para este formato deberían estar entre el 3:2 y 7:4, pero esto sólo es una apreciación personal. En este intervalo se encuentra el número áureo pero por mucho que se empeñen algunos arquitectos y matemáticos en señalar ciertas virtudes esotéricas, la verdad es que su proporción no es intrínsecamente mejor que cualquier otra.

XKCD: the golden ratio is everywhere!

Mi preferencia personal se situaría en una relación de aspecto de 5:3 pero después de meditarlo, se aleja bastante de √2:1 y se iba a notar demasiado. Después de todo, mi objetivo final es generar todos los PDFs que redacte en este formato, a modo de broma interna, sin que nadie se dé cuenta de esta estúpida travesura pseudointelectual. La elección definitiva ha recaído en 3:2, traducidas en unas medidas de 300x200mm, bastante más razonables que las impuestas por la ISO 216, y cuya relación de aspecto es coincidente con la de los octavos, formato de publicación de libros más utilizado en USA. Además, cuando se muestra la altura completa en una pantalla de 16:9, la página ocupa aproximadamente un tercio de la superficie.

Estaba terminando de escribir esta entrada cuando he recordado una de las mayores excentricidades de la informática: las medidas tipográficas también son un desastre. Así que, ya puestos, voy a aprovechar para tratar el tema en este mismo espacio. La idea principal en la métrica tipográfica es que un pixel no significa un pixel. Qué país este!

A modo de resumen, se definen los “pixels” como 1/96 de pulgada; las picas (pc) miden 1/6" y los puntos (pt) 1/72". Teniendo en cuenta que desde 1933 las pulgadas están referenciadas al milímetro y que los únicos países que no han adoptado el sistema métrico decimal son Myanmar, Liberia y USA, creo que también voy a empezar a utilizar los mm como unidad principal para la tipografía. Esto no se recomienda para el diseño web ya que el CSS no está calibrado, pero mis PDFs van a llevar un tamaño base de fuente de 4.5mm a partir de ahora.