Los monitores super ultra panorámicos tienen un ratio de aspecto de 32:9, es decir, equivalen a dos monitores 16:9. Este formato existe gracias a su popularización en el entorno gaming, pero también es la causa del sobrecoste injustificado de los mismos. Los niños rata no tienen reparos en pagar el impuesto RGB, por una experiencia de juego más inmersiva.
Hace seis años que uso un monitor 21:9 UWFHD para tareas estrictamente productivas: programación, análisis de datos, administración de sistemas, etc.
La comodidad que aportan los libros electrónicos a la lectura es inigualable. Ni siquiera sus ancestros de papel son capaces de rivalizar con la tinta electrónica, muy a pesar de las infundadas opiniones de los más nostálgicos, que echan de menos el olor a imprenta y las sensaciones táctiles que les aportan.
Sin embargo, tras más de una década disfrutando de la lectura en distintas iteraciones de Kindle, veo que cada vez leo más en el móvil.
Este año 46 de la era Unix ha sido bisiesto y para celebrar el leap day suelo comprarme algún capricho geek. Llevo mucho tiempo detrás de un buen soporte para el monitor y al final he adquirido uno. Con uno de estos soportes se puede posicionar el monitor en los ángulos que nos resulten más útiles y cómodos. Además ahorran espacio en la mesa, al desaparecer las bases originales del monitor.