Tras años de desarrollo, WhatsApp ha lanzado su servicio de stickers, función disponible en la práctica totalidad de aplicaciones de chat móvil y que es leitmotiv y principal fuente de ingresos de su rival, Line.
Por extraño que parezca, formo parte de ese porcentaje marginal de personas que no utiliza WhatsApp. Al principio, la falta de seguridad fue el principal motivo para elegir Line como app de mensajería y obligar a todos mis amigos a utilizar este canal de comunicación si querían mantener el contacto conmigo.
Hace unos días estuve hablando con un amigo sobre el futuro de las aplicaciones de mensajería. La conversación fue agradable pero falta de rigor porque mi amigo no es informático y no le quería aburrir con tecnicismos y jerga que no iba a entender. Pero el tema era verdaderamente interesante y por eso quiero profundizar en ello, ahora sí, dando rienda suelta a la pedantería informática.La conversación se centraba en el diseño interno de las apps de mensajería que creo que deberían tener en el futuro.
He decidido escribir este artículo por algo que me ha ocurrido esta mañana. Resulta que hoy era mi último día para poder seguir utilizando WhatsApp de forma gratuita. La aplicación llevaba avisándome desde hacía más de 20 días, y por fin ha llegado.Llevaba tiempo diciendo que no pensaba pagar por dicha plataforma. Ha tenido la suerte de llegar en el momento oportuno y eso la ha convertido en líder, pero ¿qué ofrece WhatsApp que no ofrezca la competencia?