No me ha sorprendido leer en el blog de Chromium que Google retira el soporte de FTP de su navegador web debido a la escasa popularidad del servicio. Estamos casi en 2020 y FTP es un protocolo obsoleto. Todos los proyectos de software libre que utilizaban este tipo de servidores están abandonándolos por falta de ganas de afrontar su mantenimiento. Además la inseguridad implícita en un protocolo sin cifrar despeja el camino para que los administradores de sistemas de todo el mundo apaguen sus FTPs y no vuelvan a encenderlos jamás.
Lo recuerdo como si fuera ayer mismo. Era una tarde de finales de verano y yo estaba merendando una tarta de manzana y un zumo mientras instalaba el navegador que Google había desvelado inesperadamente tres días antes. No tardé más de veinte minutos en darme cuenta de lo revolucionario de este software y decidí usarlo como navegador por defecto a pesar de su temprano estado de desarrollo (en torno a la versión 0.
FTP es uno de los protocolos de internet atacados con mayor ferocidad en los últimos tiempos. En el siglo XXI ya no hay margen para un sistema tan “inseguro” como FTP, y los grandes navegadores llevan queriendo eliminarlo de su repertorio de soporte desde hace casi un lustro.
Pero me gustaría romper una lanza en favor de FTP, aunque eso suponga ir contra corriente de las tendencias informáticas actuales. FTP es un protocolo cuya transferencia de datos se produce en canales inseguros, como no podía ser de otra forma ya que se inventó hace más de 45 años.
La espera ha llegado a su fin para muchos amantes de Android y Chrome.
Después de un desarrollo paralelo, Google ha decidido llevar su navegador web a su sistema operativo. Con esta decisión, coherente pero algo tardía, los diseñadores de Android podrán aprovechar las características de Chrome como la omnibar; la sincronización de tabs, marcadores e historial; la tremenda velocidad de renderizado y ejecución de javascript; la seguridad de su diseño a base de sandbox y aislamiento de procesos.
Por fin salió la cuarta versión del navegador de Mozilla y le tengo que dedicar un post, más por obligación moral que por ganas. Antes de seguir quiero advertir a los fanboys de Firefox que no sigan leyendo porque voy a poner fino a su querido programa.
Ya ni me acuerdo de cuándo salió la versión 3 de Firefox. El mundo de la tecnología se ha vuelto tan lunático que los desarrollos tienen que ser prácticamente del tipo rolling release.